de la muerte, donde camino ya desde que nací.
Este silencio que agobia a mi voz,
que se rompe por las galerías más grises
e irónicamente crea otro sonido
que no es mi voz que no es mi voz.
Este silencio que arrulla a los días de invierno sin frío;
que calienta la garganta solemne de vino.
Este silencio (no el tuyo) que te devuelve
a la memoria más pura del corazón.
10/12/16.